QUIENES SOMOS

Nosotros

UN EQUIPO MOTIVADO, ESTABLE Y CON MUCHA EXPERIENCIA.

Buscando permanentemente la calidad.

La empresa servicios Geriátricos Carrión SL es una empresa familiar dedicada al sector de las personas mayores desde 1986.

No somos un holding empresarial ni una cadena de residencias, tenemos y dirigimos sólo esta Residencia, desde que Pablo y Pilar tuvieron un sueño al ver un edificio abandonado del siglo XIX.

Eso es lo que nos diferencia DEL RESTO DE LOS CENTROS

«La persona es la protagonista del proceso, el mayor no tiene que adaptarse a la Residencia sino al revés. La Residencia tiene que adaptarse al mayor.«

Pilar Villasur. Trabajadora Social

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SOÑANDO CON OFRECER ALGO DIFERENTE

El sueño de Pablo y Pilar, de hacer realidad un Residencia para la personas mayores diferente a las demás, comenzó cuando decidieron rehabilitar un edificio singular de finales del siglo XIX. Tras rehabilitarlo, crearon su empresa entregándose en cuerpo y alma a ser referentes en calidad y atención a los mayores. Hoy, sus hijos Pablo y Rebeca continúan con esta labor. Rebeca es desde 2014 la directora del centro.

Licenciada en psicología, Master en Terapia Familiar por la Universidad Pontificia de Salamanca y madre de tres niños preciosos, Rebeca París está al frente de un equipo de 24 profesionales de todas las ramas que forman una gran familia. Guiada por los valores y principios originales de la casa, pero siempre en contacto con las vanguardias, la investigación y las nuevas tendencias en el cuidado de las personas mayores.

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NUESTRO EQUIPO

PROFESIONALES QUE VIVEN SU TRABAJO

Médico.
Psicóloga.
Enfermera.
Fisioterapéuta.
Trabajadora social.
Terapéuta ocupacional.
Educadora social.
Auxiliares de geriatría.
Personal de limpieza y mantenimiento.
Cocinera (no catering, elaboración propia).
Personal de mantenimiento y limpieza.

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NUESTRA HISTORIA

A principios del siglo XIX había aún varios hospitales en Carrión, pero en la segunda mitad solo quedó uno en la plaza de Santa María, que además, se encontraba en mal estado y tenía poca capacidad, por lo que fue demolido. Para mantener la tradición hospitalaria de épocas anteriores, y gracias al mecenazgo de Acisclo Piña Merino, se construyó un asilo de beneficencia, llamado Hospital Municipal, reutilizándose piedras de la extinta Abadía de Benevívere.

El 16 de febrero de 1883 la corporación municipal aprobó su construcción sobre el terreno de labor que Ventura Merino y los Sres. Bobadilla cedieron gratuitamente, situado junto al extinguido Monasterio de San Francisco, al este de la plaza de Mercado Viejo, que desde entonces, y en honor a su fundador, se llamó Plaza de Piña Merino.

En junio del mismo año el obispo de la Diócesis vino a colocar la primera piedra, acudiendo la corporación municipal, autoridades y vecinos y celebrándose grandes fiestas. Se concluyó en 1884. Su fachada es hermosa,, con un espacioso soportal de siete arcos de piedra al poniente.

Tiene ventanas grandes con reja en el piso bajo y balcones con antepechos de hierro en el alto. Las puertas principales son de dos hojas, anchas y altas, de esmerado trabajo, con las iniciales de su bienhechor. Tiene una capilla con un retablo neogótico.

En los años de 1960 y 1970 el edificio estuvo regido por una comunidad religiosa que se dedicaba a la enseñanza; después estuvo vacío y sin uso durante muchos años. Actualmente es de propiedad privada y, después de haberlo restaurado y adaptado, desde enero de 1995 funciona en él la Residencia Santa María del Camino, que mantiene su fin asistencial como residencia de personas mayores.